jueves, 11 de junio de 2015

La media luna oriental, Anita Delgado y el desamor del Sultán.


En aquellas fechas se iba a celebrar la boda del rey Alfonso XIII, por lo que en Madrid se dieron cita personajes de la realeza de todo el mundo. 


Uno de estos personajes, el maharajá de KapurthalaJagatjit Singh, invitado de honor de la boda real, acude al espectáculo de danza en el "café Central Kursaal" (famoso por reunirse allí la cúspide intelectual madrileña) y queda prendado de una de "Las Hermanas Camelias", una joven malagueña llamada Anita. Ella, según cuentan, no accede a sus peticiones amorosas y el maharajá abandona Madrid debido al atentado sufrido contra los reyes de España en la Calle Mayor, llevando consigo y en su corazón la obsesión por esta bella y joven bailarina.


Desde Francia insiste y pide a Anita que se case con él. En un principio ella no acepta, pero en una de las cartas que le envía le comunica definitivamente que se casará y por tanto que acepta la propuesta de matrimonio. Esta carta llega a manos de Romero de Torres y Valle-Inclán antes de ser enviada a Francia, que observando el lenguaje sencillo y las numerosas faltas de ortografía, redacta una nueva misiva que convierte la aceptación de matrimonio de Anita en una poética declaración de amor hacia el majarajá. Finalmente viaja a Paris donde se casa por lo civil con el maharajá. Posteriormente, viaja a la India, donde contrae matrimonio el 28 de enero de 1908 a  la edad de 18 años, por el rito sij. La ceremonia de Kapurthala será recordada por su majestuosidad; la novia acudió a lomos de un elefante lujosamente adornado.


A partir de ese momento, Ana vive a caballo entre India, París, Madrid y Málaga. Finalmente se instala en Madrid, donde fallece en 1962. 

Cuarenta y cinco años después, en 2007, ocho magníficas piezas de joyería de estilo art-déco que habían pertenecido a la quinta esposa de Jagatjit Singh, Maharajá de Kapurthala, fueron subastadas en Christie’s. Según palabras de Amin Jaffer, director de Arte Asiático de la célebre casa de subastas, las piezas "unen el espléndido patrocinio indio con la mejor artesanía y diseño europeos". 


Lo que olvidó aclarar es que la medialuna de esmeralda que se encontraba entre ellas guardaba dentro de sí una triste historia de amor y ambición. Una historia propia de contar en nuestro Kiosko de la Eskina.


Se trataba de una joya imponente que lucía el elefante más longevo de la corte del Sultán. Tal pieza era considerada como amuleto de la suerte y correspondía al paquidermo llevarla en su frente.

Anita se fijó en ella y pidió a su marido que tal joya la luciese ella misma en su real frente. El Sultán en parte por superstición en parte por razones políticas, decidió no hacerlo en principio, pues se trataba de un honor que no correspondía a su mujer desarrollarlo.

Viendo, con el tiempo, que aquella joya seguía en la mente de Ana, decide finalmente ceder y regalársela a su princesa.

El desarrollo de la historia es a partir de aquí, simple pero conciso. Una tragedia de amor y celos desembocada por el amor de Ana hacia su hijastro y la consecuente expulsión de la India sin poder volver a la misma, a causa del desamor del Sultán. 

Esa joya que se vendió en el 2007, tiene su historia. Algo que pocos saben y que sin duda no dejaría atrás a otras joyas conocidas ya mencionadas en nuestro blog.

Una media luna de lágrimas y de destierro. Un amuleto de la suerte que poca o nada le atrajo a su dueña. Era un atrevimiento hacia los dioses el haberla retirado de su original dueño. Según palabras de Anita; " era su joya preferida" " se había hecho fotografiar en numerosas ocasiones con ella", pero el destino enlazado o no a esa maravillosa joya oriental iba a jugarle un mal final.

ST!





2 comentarios:

  1. Gostei de tudo:interessante, divertido e de muito bom gosto literário. Aqui versos do poeta brasileiro Augusto dos Anjos[1884-1914] - toda sua poesia casa bem com seu blog.
    Ya el gusano – ese obrero de las ruinas –
    Que la sangre podrida de las matanzas
    Come, y a la vida en general declara guerra,
    Va acechando mis ojos por roerlos,
    Y ha de dejarme sólo los cabellos,
    ¡En la frialdad inorgánica de la tierra!

    Do Brasil, meu abraço. ana

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    1. Ana Cabrera gracias de corazón por su mensaje. Me ha entusiasmado conocer al poeta que me ha recomendado; me parece maravilloso, justamente creo que tenemos los mismos gustos literarios; un placer poder contar con tan ilustrada lectora
      Gracias
      BIENVENIDA ;)

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