martes, 19 de abril de 2016

La casa del Diablo, Huelva, una costurera y una capa.

La casa del Diablo era un palacete del siglo XVIII que se encontraba en la calle Palos, donde actualmente reside el Colegio de Farmacéuticos.


El nombre de la casa proviene de unas figuras de unas caras deformes que adornaban la fachada y que se encontraban enfrentadas entre sí. La cultura popular la denominó de esa forma por la semejanza entre las caras deformes y los diablos. Los transeúntes a veces se santiguaban al pasar delante de la casa para evitar la “mala suerte” y la “mirada” de los “diablos”. (Huelvacateta.com)


Se creía que en sus orígenes, este singular edificio, había albergado un hospital y por tanto, las caras eran símbolos de la enfermedad y el dolor. Sin embargo, la superstición popular los había convertido tradicionalmente en diablos y de ahí el nombre de la casa.

Lo triste de esta historia es que la casa ya no está. Fue destruida hacia los años 60. 

Sin embargo y para sorpresa de muchos, todavía se mantienen las dos caras enfrentadas en el primer piso del edificio. Son un legado de aquella magnífica casa y de sus leyendas; como la de la señora que se comprometió con el diablo a coserle su capa roída pero la mujer falleció sin cumplir su promesa y el demonio la obligó, después de muerta, a coserle por las noches la capa. Así estuvo penando y el sonido de su máquina de coser y sus quejidos traspasaban los muros de su vivienda.


 Una broma del destino, pues es evidente que alguien se percató de las mismas y las pudo guardar para luego instalarlas en el balcón del Colegio de Farmacéuticos de esta provincia.



Sí algo de cordura os queda, no olvidéis santiguaros al pasar por la calle Palos y os vean pasar las dos caras, ellas siguen ahí, observando el devenir de los tiempos, vigilantes de la ciudad y sus historias, pocas por desgracia, dada la maldad real con las que se destruyeron.

ST!




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