jueves, 7 de mayo de 2015

Semana de las Letras. Presencia Literaria; Eduardo Mendoza.

Es la "Semana de las Letras" en la Universidad de Huelva y gracias a esta propuesta tan maravillosa, hemos tenido el placer de escuchar al autor Eduardo Mendoza.


El escritor de "Misterio en la cripta embrujada"," Riña de gatos; Madrid 1936", " La ciudad de los prodigios"," Sin noticias de Gurb" y un largo etc, citaba a Pío Baroja y a José María Gironella como escritores influyentes en su propia obra y vida personal.


Pío Baroja fue un referente en su estilo de escritura y admiraba la maestría del literato en el empleo de los adjetivos.


Este autor, tuvo una vida nada convencional y sin duda merece la pena saber un poco más de ella. Revisemos pues, algunos capítulos de su vida.

Pío Baroja estuvo en Tánger como periodista corresponsal de prensa escrita de El Globo, impreso en Madrid. 
Viajó después por toda Europa (residió varias veces en París, estuvo algún tiempo en Londres, y pasó por Italia, Bélgica, Suiza —donde tuvo un gran amigo, el filonazi nietzscheano Paul Schmitz—, Alemania, Noruega, Holanda y Dinamarca) y acumuló una impresionante biblioteca especializada en ocultismo, brujería e historia del siglo XIX, que instaló en un viejo caserío del siglo XVII destartalado pero con magnífica construcción, que compró en Vera de Bidasoa y restauró paulatinamente y con gran gusto, convirtiéndolo en el famoso caserío de «Itzea», donde pasaba los veranos con su familia.


Quince mil pesetas pagó Baroja por aquella casa llamada Itzea (palabra vasca a la que todavía nadie le ha encontrado un significado convincente) que le iba a procurar algunas de las horas, en soledad y en compañía, más felices de su existencia. Y en cuanto acabaron los trabajos de restauración y toda la familia se instaló en ella, la fue llenando de estampas y grabados, de libros y legajos, de recuerdos y mixtificaciones, de brumas y sueños.


Se dice que el fantasma de Pío Baroja sigue residiendo en Itzea, basta con observar la formidable biblioteca y el escritorio del propio autor que sigue en el mismo lugar, para intuir que Baroja no pudo abandonar un lugar tan mágico como este.


El segundo autor; José María Gironella, escritor de "Los cipreses creen en Dios"
siempre ha sido el preferido de mi padre.
Recuerdo observar su novela encuadernada en verde esmeralda, en la libreria de nuestra casa familiar.
Me trae muy buenos recuerdos!!!.

El éxito de Los cipreses... fue verdaderamente espectacular. 
"Llegó a causar 'alarma social', recordaba Gironella. "Todos la leían; en el tranvía, en el metro...". 
La novela, que en 1955 obtuvo el Nacional de Literatura, fue la primera de una trilogía en la que Gironella quiso escribir sobre la Guerra Civil, centrándose en las vivencias de la familia gerundense Alvear.

Inicia realmente su trayectoria literaria en 1946, cuando publica el libro de poemas 'Ha llegado el invierno y tú no estás aquí'. Ese mismo año contrae matrimonio con Magdalena Castañer y le "prometió" como regalo de bodas el Premio Nadal que, efectivamente, consiguió con su novela 'Un hombre', ambientado en Irlanda. 
Si no me equivoco, su último galardón fue por parte del Ateneo de Sevilla por 'La duda inquietante'. 



Dos grandes escritores y un gran autor contemporáneo; Eduardo Mendoza.
He de recordar un tercer autor, del que también hizo mención. Este era un pésimo escritor, según palabras de Mendoza, pero era amigo de su padre y conocía editoriales que le publicaban los libros que escribía. Le sirvió para saber lo que nunca se puede o se debe hacer en una novela ;))!!.


Gracias por asistir a la Semana de las Letras y fomentar la lectura en nuestra ciudad!!!.

ST!







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