Hay un niño que no duerme porque siente curiosidad, porque su mente vuela más rápido que un millar de Halcones, porque quiere conocer lo que significa la palabra magia...
Las estrellas iluminan el cielo, la noche cae como un telón que lo cubre todo salvo el rinconcito en el que nuestro pequeño protagonista observa con ojos abiertos, brillantes e inteligentes.
Esta es la noche en la que el corazón siente; amor, felicidad, solidaridad, alegría y también, tristezas y amarga melancolía.
Es una noche de encuentros y de buenos deseos...
Es el lugar y el momento propicio para que la magia se haga protagonista.
Y es que nuestro pequeño joven, aguarda que el milagro de la noche de Navidad se haga realidad.
Observa meticulosamente como los animales en su hogar, comen heno y resoplan, guardan el calor del establo ante la frialdad de la noche y se mecen en sus largas patas.
Una suave luz procedente de un candil ilumina toda la estancia. Mientras tanto, fuera nieva...
El pequeño protagonista conoce la leyenda.
Esta es la noche en la que los animales hablan y cuentan sus atareadas vidas, sus inquietudes y deseos, saben que es el día en que nuestro creador se hizo hombre, para traernos La Paz tan anhelada.
El pequeño protagonista observa pero sus grandes ojos brillantes e inteligentes caen como el telón de la noche que lo cubre todo...
Leyenda tradicional del folclore polaco.
Basado en hechos reales de un niño que vivía en las montañas cerca de la frontera con Rusia.
La escribo porque la ilusión y la emoción de ser tia me embarga...
Felicidades Sebastián y Alexandra!!!!
Feliz Navidad a los hombres y mujeres de buena voluntad!!!!!
ST!!!!
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